Es un hecho: el matrimonio no sólo une a dos personas que se aman, sino también a dos familias; aunque, como sabemos, esto no es del todo sencillo. A pesar de las diferencias que pueden existir, tener una buena relación con la familia del novio es fundamental para asegurar un matrimonio armonioso y duradero.
Ya sea en los cumpleaños, en Navidad o cuando llegan los hijos, siempre tendrán motivos para estar todos juntos. Por ello, en primer lugar, es importante romper algunos mitos, como los que rodean la convivencia entre nuera y suegra.
Existen muchos prejuicios en torno a este tema; pero no podemos dejarnos llevar por estereotipos. Una buena convivencia depende mucho de nuestra actitud y de la voluntad que tenemos de construir y mantener una relación saludable. A continuación te damos algunos consejos esenciales al respecto:
Establecer límites saludables
El primer paso para garantizar una buena relación con la familia del novio es entender que la relación que tenían con ellos va a cambiar con el matrimonio. Ahora los suegros serán visitas regulares, y la pareja debe asumir el puesto de anfitrión. Esta nueva posición demanda un ajuste. En el inicio de este papel es extraño para los padres, y es justamente esa fase de adaptación la mejor para establecer límites saludables y comenzar a desarrollar una relación armónica entre todos. Lo importante es cultivar una cultura de respeto mutuo.
No te sientas culpable por el dolor de los padres
Su familia va a perder el contacto cercano con ese chico increíble que será su marido, y es claro que van a sentir mucho esa pérdida. Por ello, se debe aceptar este hecho sin dramas y sin dolor en la conciencia. Es natural que, cuando los hijos se casan, los padres experimenten un sentimiento contradictorio. Por un lado se sienten felices por los hijos, por otro, sienten el dolor de la pérdida de la convivencia diaria. Todos van a acostumbrarse y a superarlo, así que no te preocupes, ni te sientas culpable.
Sean buenos ejemplos para sus hijos
Cuando tengan hijos, se darán cuenta de cómo tratan a sus abuelos. Y sin duda esto servirá de ejemplo. Si tienen respeto y consideración, ellos aprenderán que esta es la forma adecuada de portarse cuando se casan. Por lo tanto, para que crezcan en un ambiente sano, deben dar un buen ejemplo de empatía, respeto y amabilidad.
Respeta el espacio de la familia de tu esposo
A partir del matrimonio, las reglas que valen para tu casa, deben valer para la casa de la suegra también. Si no quieres que ella invada tu espacio, recuerda respetar el de ella. No llegues revolviendo en el refrigerador, por ejemplo, o criticando algo que haya hecho.
Muéstrales que los valoras
Es necesario demostrar a los suegros y hermanos de tu esposo que tienen un valor para ti. Así como nosotros, a todos les encanta sentirse necesarios e importantes. Por ello, no rehúses la comunicación y muéstrate siempre respetuosa con ellos.